2/3/09

Volar

2/3/09
Un nene mira el cielo y se pregunta:
- ¿Puedo volar?
Icaro le responde desde el suelo:
- Si.
El nene le dice:
- ¿De verdad?
Icaro le responde:
- No, te estaba jodiendo.
El nene se pone serio e Icaro se caga de la risa.
El nene se larga a llorar e Icaro se siente una mierda, por hacer llorar al nene.
Una señora pasa cerca y mira como el nene llora, entonces piensa:
- Es un mal padre.
Icaro ve la mirada de la señora y tiene ganas de decir, que el nene no es su hijo, pero no lo dice.
El nene se sienta en el suelo y se pone a torturar a una hormiga, que exploraba la plaza en busca de alimento.
Icaro ve como el nene tortura a la hormiga y dice:
- Dejala tranquila, yo te voy a enseñar a volar, pero cuidadito con acercarte al sol, o se te despegan las alas y te caes.
El nene se levanta y se le iluminan los ojitos.
Icaro despluma a una paloma y construye unas alitas para el nene.
El nene, con las alitas puestas empieza a aletear y se eleva un metro y medio.
Icaro recuerda viejas épocas y sonríe.
El nene empieza a volar y vuela y vuela, hasta que otro nene lo baja de hondazo.
- Perdoname, pensé que eras un pájaro.
El nene, con un piedrazo en el ojo, se levanta.
- No, no soy un pájaro, ni un avión, soy un nene con alas de paloma.
El segundo nene se pone envidioso y se va a la casa de su papa.
- Papá, quiero alas de águila.
El padre del segundo nene, que trabajaba mucho y apenas si lo veía, quiere darle el gusto. Asi que se toma unos días para hacer el trabajo, pero llega el viernes y el segundo nene despliega sus alas de águila y se va a la escuela volando.
Sin embargo, Icaro nunca habló con este nene y el purrete vuela hasta llegar cerca del sol, por lo que se le desprenden las alitas y cae.
El nene se mata contra el suelo y el padre, desconsolado, busca un culpable.
El primer nene es buscado por la policía, por ser el de la idea, pero es solo un niño y además, manda al frente a Icaro.
Icaro es encerrado de por vida, por corromper la mente de los niños.
El padre del segundo nene se siente satisfecho.
Icaro ve el cielo desde la ventana de su jaula y llora.
El primer nene, que quedó tuerto por el piedrazo del segundo nene, camina el resto de su vida sin poder volver a volar, porque desde el incidente, volar está prohibido por decreto nacional.

2 comentarios:

sabrina dijo...

siempre me sorprende tu imaginaión brillante y luminosa y esa forma limpia de escribir que no pretende demostrar más que lo que hay. me encanta. te quiero querido, besos

QueQui dijo...

Gracias, pero es que no hay más que eso. Yo también te quiero.

 
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